Cada vez hay más incendios forestales, de muy vastas extensiones y en muchos lugares del mundo. Las últimas grandes catátrofes han sido los incendios que asolaron Grecia, causando la muerte de 64 personas y dejando a miles de granjeros en la ruina. Este año en Grecia ardieron algo más de 250.000 hectáreas.
Hasta hace poco todavía ardían unos cuantos millones de hectáreas en Bolivia en grandes regiones del país. Muchos de estos incendios se extendieron a Brasil y Paraguay. Pero en el Oeste de Estados Unidos la temporada de fuego y destrucción está llegando a su punto álgido y ya se perdió más de 20 veces esa superficie. Aparentemente la tierra todavía tiene un aspecto saludable, pero muchos de los bosques de Oeste están enfermos. Los árboles están perdiendo la resina y la corteza que los protege del fuego.
Vivir al Oeste del meridiano 100 implica vivir con los incendios, vivir con lo que tienen de repentino, con sus vientos intimidantes y el horrible sonido de las llamas en movimiento. Decenas de focos activos están destruyendo más de un millón de hectáreas. California está en llamas, con nuevos incendios cobrando vida con cada tormenta seca que se produce en la noche. Montana, Idaho, Colorado y otras partes de las Montañas Rocosas también están ardiendo. Un mal de temporada agravado por la asediante sequía.
Sin embargo, últimamente, los incendios son mayores y más ardientes, con temporadas que empiezan al final del invierno y se extienden hasta el otoño. Ciudades como Phoenix experimentan "olas de calor letales". Y se pueden esperar épocas de incendios más largas y más devastadoras.
El cambio climático y el aumento de la población en el campo, están convergiendo en un lugar en el que el fuego siempre estuvo presente. Si se mira un mapa, se observa que las zonas de Estados Unidos donde más rápidamente está creciendo la población son aquéllas más vulnerables y propensas a albergar vida silvestre, como los cañones o los refugios de montaña del Oeste. Aunque los incendios no son extraños en esa área, el calor en la región ha ido en aumento en los últimos 30 años. Phoenix, la ciudad que más crece en EE.UU., registró en un año 32 días de temperaturas superiores a los 43 grados centígrados, lo que supone un récord y los modelos climáticos sugieren que las olas de calores letales y los incendios catastróficos serán parte de la normalidad.
Hace poco, el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático hizo públicas sus proyecciones. Según éstas, el Oeste de Estados Unidos será una de las áreas que resultará más afectada. El doctor Thomas Swetman, de la Universidad de Arizona afirma que: “El cambio climático está sucediendo ahora y en todo el Oeste. Los cambios son importantes y están sucediendo rápidamente. Estos nuevos incendios son diferentes de los otros. No sólo arden más, sino que también son más vastos”.
El servicio forestal ha perdido a muchos hombres en su lucha para salvar del fuego las casas de verano de la gente. Es por eso que decidieron no hacerlo más y llegaron a desarrollar un manual de lucha contra el fuego en el que se dice que lo más importante es salvar vidas. Las casas son la última prioridad.
Es de esperar que el verse afectados en su propia casa, haga entender a los ciudadanos y a las autoridades norteamericanas que deben cambiar sus actitudes de consumo y que deben participar activamente para revertir los efectos del cambio climático.
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sábado, 27 de octubre de 2007
¿Por qué hay más incendios?
Etiquetas:
cambio climático,
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